El Asesino VI

Por mas preguntas que hice no obtuve nada de Sybill, ella solo negaba con la cabeza y murmuraba cosas que no lograba ni entender ni escuchar, por más que rogué y lloré nada fue capaz de sacar a Sybill algo de lo que me habia pasado, de quien era Dalia, solo sabía que era la prometida de Howl, que me había visto en el patio del castillo y que había huido en dirección contraria a mi.

Sybill cerró la puerta al salir de mi cuarto, aunque amanecía tenía todo el derecho de dormir y planeaba hacerlo. Cerré los ojos formulando mil hipótesis y mil preguntas para mis hermanas, para Howl, para Dalia...

Miraba en mi cabeza un a y otra vez la imagen de Dalia y no le encontraba ningún parecido ni a Lezah ni a Moth, así que supuse que no se trataba de su madre. De ella tampoco conocía mucho, cuando Howl llegó al castillo nunca comentó nada conmigo, posiblemente solo Sotthsawyer, hermano de Howl y dueño del castillo supiera quien era la madre de mis ahora hijos, pero no había nadie que me dijera quien era Dalia, al menos nadie me lo diría de buena gana.

Pensé en la posibilidad de hablar con Law y de pedirle que como hermana entendiera mi nerviosismo, después de todo el lazo que compartimos siempre ha sido fuerte, sabía que ella no ginoraba mi sufrimiento con todo este asunto, preguntarle a Howl no era una opción, conociendolo como lo hacía, sabía que no me diría nada y solo provocaría su ira y que no me hablara en un buen tiempo.

Estaba perdida sin posibilidad a que nadie del castillo me ayudara, tendría que esperar a que Dalia se presentara de nuevo y tratar de que ella me dijera que pasaba, que me dijera que pasó.

Repasé en mi mente los hechos una y otra vez, mi primera visión de Dalia, la tela que encontré, la visión en el patio, la "regresión" que hizo Howl y Sybill, todo lo que envolvía este hecho y poco a poco fui quedándome dormida.

Sentí una mano arroparme y acariciar mi cara, alguien que se sentaba a mi lado y cantaba en voz baja para mi, como si quisiera arrullarme, imaginé que se trataba de Kuami y de su actitud maternal que siempre tuvo con nosotras, desde que habíamos quedado solas en este mundo ella nos crió.

La mano se deslizaba por mi cabello y mientras lo hacía suspiraba y seguía cantando, abrí los ojos y descubrí que no era Kuami, era Dalia que me sonreía, por alguna razón que me es desconocida, no temí. Sonreí y ella encantada me abrazó. QUise hablar y no pude. Pensé que era un desperdicio tenerla asi y no poder decirle nada, ella me hizo una seña para que no dijera nada y negó con la cabeza.

Me instó a seguir durmiendo, mientras sonreía y canturreaba, siempre la misma canción. Pensé que me guiaría por otro sueño, pero no fue así, soñé con campos abiertos, con aguas cristalinas, con mi madre y mis hermanas de pequeñas, sin preocupaciones, sin temores.

Desperté relajada y sonriendo. Neko vino a mi regazo y se apoyó mas amorosa que nunca, ronroneaba y sus garras jugaban con mi cabello al poco tiempo estaba riendo. La puerta se abrió de golpe y Law entraba con cara de angustia.

-¿Es que ahora no puedo reir?- dije en toco irónico y Law suspiró aliviada.

-Bueno si, pero ya sabes...- dijo en voz baja y sonreí.

-Creen que estoy perdiendo la razón- aseguré y ella asintió.

Le hice una seña para que no se preocupara y viniera a sentarse a mi lado, le conté que estaba más tranquila que nada malo había pasado y aunque sabía que no debía le conté que Howl y Sybill me habían ayudado a ver un poco mas de lo que había pasado, le conté que Howl había reconocido a esa chica.

-Tu sabes quien es ¿verdad?- dije en tono nervioso y ella suspiró.

-Era una chica del pueblo y si, era la prometida de Howl, pero desapareció poco después del compromiso, pero no entiendo como llegó a ese final...- murmuró las palabras finales casi de manera inaudible.

-¿Crees que Howl sepa que ella... murió asi?- susurré y Law de inmediato negó con la cabeza.

-El quedó afectado cuando no supo mas de ella, nunca supo que pasó- aseguró y asentí un poco mas tranquila.

Aunque había algo que no cuadraba en todo esto, pero no podía decir que. Law se levantó deprisa cuando uno de los sirvientes anunció que Sooth llegaba a palacio. Prometí vestirme y bajar a encontrar a mi cuñado, Law salió y me vestí deprisa.

Por alguna extraña razón no podía sacarme la canción de la cabeza, aquella que Dalia había tatareado para mi, no luché contra eso, por el contrario la tatareaba como si fuera mía. Acabé de vestirme y peinaba mi cabello cuando Howl golpeó la puerta y le pedí que pasara.

Me pregunto muy nervioso si había soñado algo mas y le dije que no, la desilusión fue notable en su rostro, sin saber que hacer, giré y seguí peinando mi cabello y seguí canturreando, Howl suspiró y se paró enfrente de mi.

-¿Donde escuchaste esa canción?- pidió saber en todo nervioso.

-Dalia me la tarareó para dormirme- admití y le conté lo que había visto y mi sueño tan pacifico.

No digo nada, como de costumbre... Asintió y me ofreció su brazo para bajar a recibir a su hermano.

Y fue entonces que una idea se cruzó por mi mente... El silencio de Howl, la desaparición repentina, Dalia señalando y diciendo "El".

Dalia no me había mirado con reproche a mi, Dalia escuchó la voz de Howl y miró así. Sabía que Howl no sería capaz de matarla, eso no estaba en mi mente, pero algo me decía que Howl sabía un poco mas de lo que en realidad mostraba y debía encontrar la manera de descubrir que era...

Continuará... =)