bloody II

Bueno… acá de nuevo neko, la primera vez le conté sobre la travesura que
hizo Bloody nee y las consecuencias que tuvo que soportar. Pues bien
estoy otra vez aquí para contarles las nuevas buenas o no tan buenas…

Se supone que la vez que decidí contarles a los bnlkianos sobre el
problemita de Bloody fue porque estaba algo preocupada por su situación y
pues porque quien sabe lo que hace una damita con el corazón roto. Ya
ha pasado algún tiempo desde la trágica separación de Bloody y su amado y
ella se ha recuperado muy bien del asunto, ya se le ve cantando ñoñeras
por los jardines y olisqueando flores como abeja. Sobra decir que howl
sama cuando se entero de todo me lanzo una mirada endemoniada que casi
me mutila la nariz, por suerte no me quede a ver lo que haría después…
me dio miedito jajajaja.
Una tarde de lluvia, venia subiendo por una de las escalinatas
colaterales que tiene el castillo de su infraestructura original, cuando
oí unos susurros nerviosos, desagraciadamente se me cayó el mufin de
chocolate que tenia y pues ni modo me quede a ver qué era lo que
ocurría. Resulto ser que quien susurraba era kuro chian, un residente
nuevo, no alcance a entender todo lo que decía pero era claro que le
estaba dedicando una palabra un tanto acarameladas a alguien, por ahí
dicen que la curiosidad mato al gato, lo certifico, es verídico el
refrán.

En una de mis tantas vueltas aprendí de mi guardiana un arte bastante
raro que solo pueden desarrollar las kuro nekos (y no me pregunten por
qué, no le veo mucha lógica) verán el asunto consiste en modificar el
color del pelaje, ya se ya se, es súper ridículo, lo mismo le dije yo a
la señora pero weh.
Como la escalinata tiene ciertos ángulos en cada nivel, no podía ver a
quien le estaba hablando kuro, de modo que tome mi forma de neko y tal
como me enseñaron, ¡pelitos naranja para que te quiero! Pase la esquina y
me escurrí por los pies de kuro ronroneando como todo gato, al mirar
arriba vi que la dama en cuestión era lez san, mi cocinerita favorita,
como lez no sabe que puedo cambiar de color creyó que yo era otro neko
de la ama y me apretujo elviricamente entre sus brazos, casi muero
asfixiada. Por casi diez minutos tuve que aguantarme una charla tipo
romeo y Julieta que casi me hace echar una mega bola de pelo. No les voy
a contar como escape de allí, solo les digo que lez san aun busca al
gato naranja con un cuchillito en la mano.


* * *

Estaba tirada en mi cama del castillo cuando me tocaron la puerta, era Bloody nee chan.
Bloody se quedo un rato en mi cuarto contándome algunas cosas sobre su
anterior romance fracasado y toda la pelota que le monto su padre al
enterarse, de entre todas las cosas que me dijo, se le escapo que tenía
un nuevo pretendiente, al parecer el fulano niño era muy dulce con ella y
bastante educado, a tanto llegaba el asunto que se estaban poniendo de
acuerdo para pedir la bendición de howl sama para tener un romance
formal, casi me caí de rabo al oír de boca de Bloody que a howl sama le
agradaba el muchacho, bueno, el mar es profundo y oscuro y oculta muchas
cosas, raras.